Optimización del entrenamiento: Esto permite reducir el tiempo y esfuerzo qué vas a emplear para alcanzar un objetivo determinado mediante el ajuste de las cargas, series, repeticiones, tiempos de descanso, técnica correcta, etc. 

Mejora de la alimentación: El entrenamiento es solo el 50 % de la ecuación. Sin una buena alimentación resulta muy difícil (si no a veces imposible) alcanzar ciertas reducciones de porcentaje de graso o aumento de masa muscular.  Tú entrenador te va a aconsejar las cantidades y tipos de alimentos qué tienes que consumir, esto te permite una mejor optimización de tus compras y el diseño económico

Motivación: Cuando tú entrenador entrena contigo puedes estar seguro de que te va a ayudar a alcanzar tus límites de una forma segura, conociendo perfectamente cuál es tu nivel, condición física y posibles patologías que pueden existir. Además va a hacer que sea prácticamente inexistente el riesgo detener una lesión por sobrecarga, malos hábitos posturales, falta de técnica, etc. 

Optimización del espacio y ahorro en la organización de tu gimnasio personal: No es lo mismo qué un cliente compré diferentes máquinas y accesorios para organizar su gimnasio en casa sobre la marcha o que tenga un asesoramiento profesional sobre cómo organizar y que comprar. 

Un entrenamiento siempre está planeado para un objetivo determinado, todo el material con el que vamos a trabajar tiene que enfocarse de igual manera